"Anda,
pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas;
escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. Porque
he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la
tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre
derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos."