La vida es muy corta para desperdiciar el tiempo

15/10/20

No te paralices

En el día a día nos damos cuenta que hay cosas que nos paralizan,  nos dejan estáticos, quietos,  sin movimiento.

Dios no quiere eso para nosotros, Él quiere que avancemos, que miremos hacia adelante: Leamos Dt. 5:33

“Sigan por el camino que el Señor su Dios les ha trazado, para que vivan, prosperen y disfruten de larga vida en la tierra que van a poseer”

Si el pueblo de Israel se hubiera detenido, paralizado, nunca habría llegado a la tierra prometida.

Existen muchas cosas que pueden paralizar nuestra vida, voy a mencionar algunas:

  • ·         El miedo: ¿quién no ha sentido miedo alguna vez?  Somos humanos, de seguro todos pasamos por esto. Lo importante es no quedarnos pasmados por el miedo, el miedo a lo que vendrá, el miedo al qué dirán, el miedo a fracasar.  “Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.” Is. 41:10
  • ·         El orgullo: muchas veces esto nos detiene, no somos capaces de pedir perdón, de hacer una llamada antes que nos llamen, de dar el brazo a torcer con o sin razón.  “Con el orgullo viene el oprobio; con la humildad, la sabiduría.” Pr. 11:2; “Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial” Mt. 6:14
  • ·         Las excusas: son mentiras con las que queremos convencernos a nosotros mismos para no hacer algo, o para evadir responsabilidades ante alguna situación. Esto no nos permite avanzar.  “Señor, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra —objetó Moisés—. Y esto no es algo que haya comenzado ayer ni anteayer, ni hoy que te diriges a este servidor tuyo. Francamente, me cuesta mucho trabajo hablar.” Ex. 4:10, ¿se imaginan que Moisés no hubiera ido a hablar con Faraón? ¿Cómo sería la historia?
  • ·         El tiempo: Decimos no tengo tiempo, no me alcanza el día. Creo que si nos organizamos bien podremos lograr avanzar hacia cualquier meta propuesta. “aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” Ef. 5:16
  • ·         La edad: Estoy muy viejo para eso, estoy muy joven para aquello. David todavía era un muchachito cuando mató a Goliat, Abraham estaba muy anciano para concebir a Isaac.
  • ·         La capacidad: No creemos que seamos capaces, está bien querer prepararnos pero hay que avanzar, ser constante y dar los primeros pasos para poder ser cada día más sabios. Si esperamos en un sillón estar capacitados para salir a hacer lo que queremos o debemos hacer, no lo haremos nunca.
  • ·      La dependencia en otros nos paraliza. No podemos esperar depender de alguien más para todo. Dependemos de Dios sí, pero esto no significa que no debemos hacer nada y esperar que todo nos caiga del cielo. La dependencia en cosas o personas, te roba la oportunidad de desarrollar el potencial divino puesto por Dios dentro de ti.

Muchas cosas te pueden paralizar, pero hoy puedes andar.

    ·   No dejes que el miedo, las excusas o la dependencia en cosas y gente te limiten.

    ·   Dios tiene preparado para que comiences una nueva etapa en tu vida.

    ·   Dios no te hizo con parálisis mental, emocional, física o espiritual.

    ·   Permita que el más grande milagro de la vida te toque hoy.

24/9/19

Dios cuida de nosotros todos los días


"Por lo tanto, no se angustien por el mañana, 
el cual tendrá sus propios afanes. 
Cada día tiene ya sus problemas" 

2/5/17

Refugiémonos en Dios

"Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos."

10/6/16

La oración ministerial

Nadie nos tiene que enseñar a pedir. De hecho cuando niños, nuestros padres no retaban pedinches (pedigüeño); somos maniáticos del autoservicio de nacimiento. Si dividimos nuestras oraciones en dos secciones: “Para mí” y “ para los demás”, el desbalance sería notorio.
La lección a aprender en esta porción de Reyes, es una fórmula de apariencia contradictoria: los que más piden para otros, más obtienen para ellos. A Dios le complació que la búsqueda inicial de Salomón, no resultó ser una sesión de pedidos personales. No fue una oración autocentrada sino descentralizada. Suplicó gracia para atender a los asuntos del pueblo de Dios a su cargo, y Él lo colmó con una bonificación repleta de bendición inesperada.
A esto se le llama la oración intercesora. Asegúrate hoy, mañana y siempre, que una buena rebanada de tus oraciones sea por los demás; especialmente por aquellos bajo tu cargo, cuyo cuidado es surtido por el flujo de la gracia de Dios a través tuyo: como en el caso de Salomón para con el Pueblo. 

Da, pues, a tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande? 10 Y fue del agrado a los ojos del Señor que Salomón pidiera esto. 11 Y Dios le dijo: Porque has pedido esto y no has pedido para ti larga vida, ni has pedido para ti riquezas, ni has pedido la vida de tus enemigos, sino que has pedido para ti inteligencia para administrar justicia, 12 he aquí, he hecho conforme a tus palabras. He aquí, te he dado un corazón sabio y entendido, de modo que no ha habido ninguno como tú antes de ti, ni se levantará ninguno como tú después de ti. 13 También te he dado lo que no has pedido, tanto riquezas como gloria, de modo que no habrá entre los reyes ninguno como tú en todos tus días. 14 Y si andas en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos como tu padre David anduvo, entonces prolongaré tus días.


1 Re. 3:9-14

Tomado de YouVersion (YouVersion.com)

31/5/16

Siete claves para poder escuchar la voz de Dios

¿Cómo podemos saber cuándo estamos oyendo la voz de Dios? La Biblia nos da 7 claves básicas o filtros por los cuales cada indicación debe ser juzgada. Estamos listos para examinar cuidadosamente los pensamientos e intenciones de nuestro corazón, –y las palabras de personas consagradas quienes tal vez nos hayan influenciado con sus palabras y acciones–, por medio de estás siete claves:
Las Escrituras: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra” (II Timoteo 3:16-17).
El Espíritu Santo hablando a nuestro corazón: “Por tanto, este es el pacto que después de aquellos días estableceré con la casa de Israel, dice el Señor: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Ya nadie enseñará a su prójimo, ni nadie enseñará a su hermano ni le dirá: ‘¡Conoce al Señor!” (Hebreos 8:10-11).
El profético (palabra de conocimiento, sabiduría y profecía profesional): “No apaguen el Espíritu, no desprecien las profecías, sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno” (1 Tesalonicenses 5:19-21).
Consejo santo: “Sin dirección, la nación fracasa; el éxito depende de los muchos consejeros” (Proverbios 11:14).
Confirmación: “Pero si no, lleva contigo a uno o dos más, para que ‘todo asunto se haga constar por el testimonio de dos o tres testigos’.*” (Mateo 18:16).
La paz de Dios: “Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos” (Colosenses 3:15).
Circunstancias/Tiempo: “Después de esto, Pablo se marchó de Atenas y se fue a Corinto. Allí se encontró con un judío llamado Aquila, natural del Ponto, y con su esposa Priscila. Hacía poco habían llegado de Italia, porque Claudio había mandado que todos los judíos fueran expulsados de Roma. Pablo fue a verlos y, como hacía tiendas de campaña al igual que ellos, se quedó para que trabajaran juntos” (Hechos 18:1-3 – esta relación entre Pablo, Aquila y Priscila – que resultó de circunstancias – se convirtió en una de las más importantes estrategias de socios que hay en el libro de Hechos).
Muchas veces el Señor confirmará su dirección a nosotros por medio de tres, cuatro o más de estás claves – especialmente cuando estamos en el proceso de tomar una decisión importante, que cambie vidas.